viernes, 24 de septiembre de 2010

La fiesta

A las 9 de la mañana, Abeja le dijo a Elefante: "vamos a tener una fiesta"

A las 10 de la mañana, Elefante le dijo a la iguana: "Abeja me dijo ue vamos a tener una fiesta"


A las 11 de la mañana, Iguana le dijo al Oso: "Elefante me dijo, que Abeja le dijo que vamos a tener una fiesta"

A las 12 del medio dia, Oso le dijo a Urraca: " Iguana me dijo, que Elefante le dijo, que Abeja le dijo que vamos a tener una fiesta"

Urraca fue donde Abeja y le preguntó: ¿A que hora es la fiesta?
 
Abeja le dijo:"a las 6 de la tarde y lleva unas maracas"

Urraca le dijo a Oso: "La fiesta es a las 6 de la tarde y lleva una guitarra"

Oso le dijo a Iguana: "La fiesta es a las 6 de la tarde y lleva unos palitos.


Iguana le dijo a Elefante: "La fiesta es a las 6 de la tarde y lleva un tambor.


Elefante fue donde Abeja y le dijo: "Lleva una trompeta"


A las 6 de la tarde Abeja con la trompeta, Elefante con el tambor , Iguana con los palitos, Oso con la guitarra y Urraca con las maracas formaron la fiesta!!

Los pollitos desobedientes

Pico, Piquito y Picón vivían en la granja de Don Poplín. Un día mamá gallina les dijo: " Pico, Piquito y Picón vengan a comer, tengo poco maíz y el gallo viene por ahí."  Pico, Piquito y Picón no escucharon y siguieron jugando con Chongo el cerdo de la granja.

De pronto llegó el gallo con Piquete el fortachón de la granja y se querían comer el maíz que mamá gallina había guardado para sus pollitos. La gallina comenzó a coclear "cloc, cloc, cloc" y Don Poplín salió de la casa para ver que pasaba y encontró al gallo y la gallina peleando por el plato. Don Poplín salió corriendo, buscó otro plato, lo llenó de maíz y se llevó la gallina lejos del gallo para que comiera. 

La gallina llamó otra vez a Pico, Piquito y Picón y les dijo: "Vengan a comer, tengo poco maíz y el gallo viene por ahí" Pico, Piquito y Picón no escucharon y siguieron jugando con Chongo el cerdo y Cuac el pato. De pronto, llegó el gallo con Piquete y comenzaron a comerse el maíz que había guardado mamá gallina para sus pollitos. La gallina comenzó a coclear "cloc, cloc, cloc" y Don Poplín salío corriendo, cogió otro plato, lo llenó de maíz y se llevó a la gallina lejos del gallo y de Piquete para que comiera.


La gallina llamó a sus pollitos y les dijo: " Pico, Piquito y Picón, vengan ahora mismo a comer" Los pollitos al ver que mamá gallina estaba molesta, fueron corriendo y se comieron toda la comida, pero mamá gallina les dijo: "se acabó el juego por hoy, nos vamos para la casa"


Pico, Piquito y Picón se pusieron tristes pero obedecieron y se fueron a su casa y prometieron que nunca más iban a desobedecer a su mamá.

Nino el sapo

Nino vivía en una posa.


A Nino el sapo le gustaba comer moscas.

Un día Pepe lo cogió para molestar a Tita.


Nino el sapo pensó: "ese nene está loco"
saltó y cayó en la posa.

  

Después del susto Nino el sapo siguió comiendo moscas.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Omi la hormiga

Omi era una hormiga que estaba triste porque era muy pequeña.
Un día se encontró un pedazo de pan que era muy grande y dijo: "Yo voy a llevarme ese pedazo para el hormiguero"
Una abeja que por allí volaba le dijo: "¿A dónde crees que vas?"
-"Me llevaré este pedazo de pan para el hormiguero" dijo Omi, muy convencido.
-"no vas a poder, es muy grande y pesado" le dijo la abeja.
Omi,  que no escuchó las palabras necias de la abeja, trató y trató...
Y lo logró!!

Omi te dice: " Si luchas por lo que quieres, TODO es posible, no importa cuan pequeño seas!!

martes, 14 de septiembre de 2010

La computadora llega a la escuela

autor: desconocido

Los animales del  bosque se levantaron temprano. Se vistieron y corrieron a encontrarse. Iban para la escuela. Ellos querían aprender muchas cosas.  
- Quiero aprender los números -dijo el lobito. Solo se contar: uno, dos, tres, cuatro y cinco.
 – Me gustaría aprender a leer. Así podré aprender a leer los libros de dragones, castillos y viajes- dijo entusiasmada, la ardilla. 
– yo iré al salón de las computadoras dijo el conejo. Allí podre conocer muchas cosas.
-¿computadoras? ¿Qué es eso? Dijeron a coro el lobito y la ardilla.
-Son máquinas muy interesantes podemos usarlas para aprender a leer, para escribir y muchas cosas.
-¡qué maravilloso! Quiero ir contigo a ese salón, ¿me llevas? – dijo la ardilla.
-¿Puedes usar la computadora para buscar información? Yo quiero saber acerca del ambiente y la contaminación- dijo el lobito.
-Si puedes usar el Internet para buscar esa información. – contestó el conejo.
¿Por qué quieres saber sobre estos temas? dijo la ardilla.
-Estamos en peligro. Imagínate, nosotros vivimos en el bosque y hay muchas personas irresponsables que dejan la basura tirada. Otros dejan fogatas encendidas. Además, a veces cazan o maltratan a nuestros amigos y amigas del bosque- contestó el lobito.
-Podemos usar las computadoras para preparar mensajes de conservación ambiental- dijo el conejo. – ¡vamos! ¡vamos! Dijeron el lobo y la ardilla.
El conejo, la ardilla y el lobito llegaron a la escuela rápidamente comenzaron a escribir los mensajes.

viernes, 10 de septiembre de 2010

El jardín mágico


Las zapatillas de Paula

Paula era una niña que tenía una imaginación bien grande. Ella creía que sus zapatillas rosadas eran las que le permitían viajar a través de las paredes de su cuarto y visitar a sus adorados amigos. Ella solía imaginar que vivía en mundos fantásticos y que conocía a los habitantes de esos mundos. Un día su mama fue a recoger su cuarto y vio que las zapatillas rosadas estaban debajo de la cama y como estaban viejas y gastadas la botó. Cuando Paula llegó de la escuela corrió a su cuarto a buscar sus zapatillas y ¿cuál fue su sorpresa? que no las encontró. Paula comenzó a llorar de tristeza porque pensó que jamás volvería a ver a sus amigos en el Mundo Liplín, los caballeros del Mundo Gottiva o a las hadas de Calirea. De pronto, escuchó que alguien la llamaba y le decía: “Paula, ¿por qué lloras? Y cuando levantó la vista estaba frente a ella la reina Lis del Mundo Liplín que vino a saludarla. Paula sonrío y dejó de llorar, se dió cuenta que su imaginación no dependía de sus zapatillas, era mucho mas fuerte. Paula pasó sus días viajando con su imaginación ahora sin zapatillas continuaba sus viajes a mundos fantásticos y compartía con sus amigos grandes aventuras.